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Reseña
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Nos encantó este lugar, era una parada de café que pronto se convirtió en una parada de comida completa. Para empezar, no hablamos español y ellos no hablaban mucho inglés, pero esto no nos impidió tener una de las mejores experiencias de estas vacaciones. Pedimos el menú de precio fijo y bebidas por un total de 32€. La comida era casera y el calamar estaba para morirse. La carne y las patatas también estaban muy sabrosas. El postre era un pastel de arroz local que era fabuloso. Parecía ser el dueño quien nos atendió y aunque no nos entendía, hizo todo lo posible para que nos sintiéramos bienvenidos. Pedimos algo que pensamos que era algo más. Incluso este plato estaba muy sabroso. Intercamb...