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Reseña
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Hicimos nuestra primera visita aquí mientras esperábamos que nuestra habitación de hotel justo al lado estuviera lista. Rápidamente nos dimos cuenta de que era un bar amigable donde iban los lugareños y donde podías simplemente ver pasar el mundo... Gran bar, personal muy amable, Frances, Pablo, Louis, quienes nos atendieron como si lleváramos allí para siempre. Siempre trayendo platos de tapas sin cargo, nos sentimos realmente en casa aquí y nos hicimos muy amigos de muchas personas locales también como resultado. ¡Y también de Rocky, el perro! Donde van los lugareños suele ser el lugar ideal; este no es una excepción. Muy recomendado.