3 /5
Reseña
★
★
★
Me sorprendió que en pleno mes de agosto, por la noche, no tuviera nada de ambiente. Nuestra intención era comer algo y tomarnos una copa. Habia una pareja cantando y tocando la guitarra que hizo que mereciera la pena ir, ya que la comida bastante cara y no muy buena calidad. Pedimos media ración de adobo, que encontré bastante aceitoso y caro para la poca cantidad que viene en el cucurucho. Ademas pedimos chipirones que no resultó ser de nuestro agrado. Eso sí, el servicio muy amable y nos invitaron a un chupito. Para amenizar la velada, música en directo. Eche en falta algo de ambiente en las terrazas, no nos tomamos la copa. No volveríamos, al menos a comer.