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"Una decoración curiosa, buen producto calidad precio, buena atención tiene terraza, no hacia falta reserva pero se suele llenar"
Teléfono: +34987405737,+34618266100
Dirección: Av. El Castillo, 135, 24400, Ponferrada, Spain
Ciudad: Ponferrada
Sitio Web: https://m.bakarta.com
Platos: 25
Comodidades: 25
Categorías: 5
Reseñas: 3756
Curioso restaurante, con un interior que es un horror vacui de muñecas, figuras y decoraciones tomadas directamente de cualquier juguete del decenio de 1980. El servicio es lento y desagradable, pasaron a tu lado sin mirarte y, cuando los llamaste, te pusieron en una cara mala. La comida tomó mucho tiempo y no era nada del otro mundo, el precio caro en comparación con otros restaurantes de la ciudad y la cantidad que ofrecen. El pinchazo que ofrecen con consumo era una pequeña sardina de lata encima del pan de un día anterior, que podrían haber salvado o trabajado un poco más. Lo recomendaría porque el lugar es llamativo, pero tener que comer triturado porque tienes una muñeca en la cabeza no es cómodo.
En este particular local conviven objetos de todo tipo y condición, con regusto principalmente ochentero. Muebles de cocina de otra época, una virgen de gran tamaño, Et el extraterrestre, (te la la bienvenida a la entrada, un clic de Famobil gigante, etc... entre cientos de cachivaches variados hasta conformar una estancia (pequeña de un barroquismo difícil de definir y de gusto variable. La comida, que no está mal, quizá es lo de menos, unos huevos rotos a 6,95€, una ventresca con pimientos a 8,95€, las tostas (morcilla, jamón... a 5,95€...
Local con una decoración realmente curiosa y que lo convierte en un local diferente. Nosotros fuimos a comer y tomamos tostas, que no estaban malas pero el pan en todas ellas lo habían hecho mucho y estaba bastante quemado. También pedimos unas patatas mixtas, estás estaban ricas, y un pincho de tortilla que no estaba mal. Sus postres también correctos.Aunque nada estaba malo, lo vi más como un local para ir a tomar algo que para comer!!!!
Descubierta por casualidad, el lugar es especial. Las tablas están situadas entre diferentes objetos, desde vírgenes hasta viejos aparatos de casete, pasando por todo tipo de utensilios que puedes encontrar incluso en los baños. La comida estaba hecha de tapas pero correcta en cantidad y calidad. Recomendado.
