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Reseña
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Un restaurante gallego con un amplio menú de platos regionales. Tomamos el menú del día y los cuatro encontramos que estaba muy recomendado. Los platos eran abundantes, bien presentados y con un sabor casero. La combinación de saladilla y salmón era original. Los macarrones y las gambas estaban magníficos. También le dimos buenas notas a las judías verdes con jamón. De los platos principales destacamos el lubina a la espalda. Los postres caseros, tanto el pudin como la tarta de queso. Nos gratificó la simpatía y profesionalismo de la pareja que nos sirvió la comida: atentos, agradables y buenos profesionales.