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Reseña
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Hace unos meses al pasar por la puerta nos llamó la atención en coqueto restaurante, de aspecto elegante y menú económico, y aprovechando una nueva visita a Salamanca, reservamos para cuatro personas. Nos sentamos unos minutos antes de la hora y esperamos al cuarto comensal sin que el atento servicio pusiese pega alguna, pese al ajetreo del local. Ensalada de pavo escabechado y langostinos en crema de marisco fueron los primeros. Merluza, entrecot y brioches de pato los segundos. Los postres: flan y mouse de mango. Todo sabroso y en suficiente cantidad. Muy recomendable.