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Reseña
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No acostumbro a poner reseñas malas pero lo del otro día fue de traca, nunca me habían puesto para comer unos calçots crudos, alucinante. Y no una bandeja, sino dos. Las dos fueron devueltas, pero los que nos traían se podían comer así así. Había mucha gente por lo que imagino que el fogonero iba a tope de trabajo, pero un poco de ojo, no se pueden servir calçots crudos. Lo que arregló la comida fue la carne que estaba buena, las alcachofas, las judías... Ahí disfruté, porque estaba realmente gustoso. Y la camarera que nos tocó, muy amable y simpática. Lo bueno, que mientras terminas de comer, los niños pueden correr por fuera, porque el lugar es enorme.