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Reseña
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Nos encontramos con él por casualidad, unas vacaciones inesperadas, el martes 20 de septiembre, paseando por las imponentes montañas. No sabíamos dónde comer y todo estaba cerrado, así que fuimos a un restaurante que encontramos en el camino, a primera vista bonito, pero la comida. sencilla pero increíble. Me comí el postre, el mejor, quiero decir, el mejor pastel de Santiago que he probado, y he probado muchos. Allí va. Como uno de mis postres favoritos. Tienen una terraza entre árboles, con vistas a una de las caras del Montseny, y aunque está en la carretera es muy tranquilo. El servicio fue muy correcto, amable y rápido, buena comida casera. Buen encuentro, ¡espero repetir y probar otros...