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Reseña
★
Vino el camarero a atendernos y fue un verdadero desastre. No sabía nada, nos dijo que de tapas solo había bravas y calamares rebozados, aunque vimos que la barra estaba llena de comida ya preparada. Así que le pedimos esos dos únicos platos. No tardaron en traerlos, pero el plato de bravas tenía ese típico aceite de freidora lleno de restos de croquetas o lo que fuera que cocinaron el último mes. No es broma. Por otro lado, los calamares estaban crudos, casi sin hacer, el rebozado se veía blanco.
Cuando le preguntamos qué había de bocadillos, nos contestó "pechuga" y eso fue todo. Entonces, mi compañero le pidió lomo y él respondió que no, que no había lomo, que llegaría esa tarde. ¿La ta...