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Reseña
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El lugar lucía genial cuando vimos el letrero de la estrella gallega, pero fue lo único que valió la pena. Pedimos unas patatas fritas con queso becon por €4.95 y, por favor, cuando llegaron, con el hambre que teníamos, eran patatas fritas de bolsa, tocino crudo y una botellita de salsa “creo” de cheddar; También pedimos crepes de camarones, llegaron bañados en aceite y solo 7 cuando pedí 8 en el menú. Los camarones estaban buenísimos, la tosta de morcilla también estaba muy rica. El salmorejo estaba espectacular. No creo que vuelva a este lugar.