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Reseña
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Mi esposo y yo llegamos bastante tarde un jueves por la noche en agosto y esperábamos tapas. Muchas de las cosas que queríamos del menú no estaban disponibles porque se habían agotado. Sin embargo, lo que comimos fueron unas patatas bravas, gambas al ajillo, alitas de pollo y croquetas absolutamente deliciosas, acompañadas de un G T frío para mí y una cerveza fría para mi esposo. ¡La camarera estaba realmente ocupada pero atenta y servicial! ¡Muy bien!