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Reseña
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El servicio fue extraordinario. Cuando llegamos, las reparaciones en la calle Soller y un día especial de mercado habían confundido el tráfico en múltiples direcciones. Matthew nos guió a través de un laberinto de calles de sentido único y con giros para llegar al hotel. El servicio de comida fue impecable; cada día, la habitación estaba limpia y ordenada mientras estábamos fuera. La habitación en sí era distintiva, completa con un pequeño balcón con vistas a la calle. La piscina en el jardín era un excelente lugar para relajarse. Mi esposa y yo disfrutamos mucho de nuestro tiempo aquí y haremos un punto de quedarnos aquí de nuevo cuando regresemos.