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Reseña
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Además de la sidrería, tiene en los pisos superiores unos pequeños comedores, en uno de los que estuvimos nosotros y a los que se accede por una escalera desde la sidrería, hay que destacar que dispone igualmente de un ascensor, muy útil para alguien con movilidad reducida. Nos atendió una chica muy amable, pero el servicio fue muy lento, imputable a la cocina, y eso a pesar de que, estábamos sólo tres mesas, una de ellas grande, de unas 14 personas y otras dos pequeñas, incluyendo la nuestra. Indicar que en el comedor del primer piso no había nadie, me queda la duda de saber si tuvieran más gente si tendrían más personal o el servicio sería aún más lento. En cuanto a la comida todo lo que c...