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Reseña
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Pasamos y notamos que solo había lugareños y, como es la norma en la región vasca y ciertamente en la Ciudad Vieja de Bilbao, Pintxo en la barra. Podíamos ver que se estaban cocinando kebabs en una esquina... Siendo turistas algo conscientes, seguimos nuestro camino... Pero al no encontrar nada más arriba en la calle que nos llamara la atención, el olor a kebab nos atrajo de vuelta. ¡Qué alegría fue! Una copa de vino blanco de Amstel servida por la encantadora chica detrás de la barra, que no se ofendió cuando le pregunté si hablaba inglés, y dos Tortilla Pintox, uno de champiñones y cebolla y otro de chorizo, costaron €7.60... Parecía que los kebabs eran un negocio separado... Cocinados sob...