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Reseña
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Fuimos a comer el día de Reyes y fue un absoluto desastre. Había muchísima más gente de la que era posible abarcar en el restaurante y por supuesto de la que podían abarcar los pocos camareros que estaban trabajando, que además ninguno parecía tener más de 25 años, y la mayoría no más de 20. Todos muy jóvenes y claramente sin experiencia para lo que tenían que tenían montado. Por supuesto la culpa no era de ellos, que no paraban, pero les sobrepasaba excesivamente. La segunda ronda de bebidas nunca llegó, los platos no salían a tiempo, no sabían lo que habían traído y lo que no, teníamos que pedir varias veces cada cosa, no sabían a qué mesa iba cada comanda, nos trajeron una cuenta que no e...