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Reseña
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se encuentra en la calle Gabilondo, 35 Valladolid, cerca del paseo marítimo de zoorrilla y la estación de autobuses. Nada más que entrar encontramos el bar, que es muy pequeño, pero si vamos al restaurante la cosa cambia. el restaurante está decorado con numerosas pinturas de mujeres en blanco y negro, y se puede ver parte de la cocina. tiene una capacidad de 90 personas. el servicio abastecía cortésmente y sin demora incluso teniendo el restaurante hasta la parte superior. también son simpáticos y sinceros en las recomendaciones. como pedimos una lasagne de carne 4,90€ una pizza especial milano 5,70€ dos botellas de agua 2,40€ un pastel de ratón de chocolate 3,10€ y un pastel de queso 2,90€ en total 19€ iva incluido. la lasaña y la pizza eran muy ricas, sin embargo el postre no me consiguió, ni el pastel de chocolate ni el pastel de queso, para decir la verdad del camarero cuando le preguntamos acerca de los postres era sincero. Vamos que la cara que pusiste fue reflejada en los pasteles, uizás hay mejores postres, todo será un asunto de probar otros. Al final totalmente recomendado aunque los postres no estaban muy allí, amm y los camareros muy amables y amables, al menos el que nos asistió.