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Reseña
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El camarero que nos atendió muy amable y atento. Eso sí, hay que cuidar más el uniforme de trabajo. Daba muy mala impresión porque estaba muy sucio. El precio es inmejorable, aunque también es cierto que no pagas ni el local (muy pequeño y sin decoración), tampoco pagas un mantel en la mesa y al entrar te da la sensación de haber entrado en un bar de los años 80. El servicio muy rápido, pero lo dicho, cutre, deberían cuidar más la estética del local y la uniformidad. Es cierto que lo que te comes es la comida, pero también es importante crear un ambiente agradable.