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Reseña
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Hace un mes reservamos una mesa para el cumpleaños de nuestra hija, visitamos el restaurante y discutimos qué mesa nos gustaría tener, la mesa redonda bajo la luz de una lámpara. ¡Creíamos que harían de esa noche una para recordar! En la noche de su cumpleaños llegamos, no había nadie en la recepción para recibirnos, así que nos quedamos parados esperando, después de unos minutos nos llevaron a nuestra mesa mientras preparaban la otra. Esperamos y luego nos llevaron a una pequeña mesa cuadrada que estaba tan seca como en una superficie desigual. Explicamos que habíamos reservado la mesa redonda y exigimos la que habíamos reservado. Nos informaron que no podíamos tener la mesa que habíamos re...