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Reseña
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Esta mañana, el restaurante estaba lleno cuando comenzó el mercadillo y seguía lleno al mediodía... Así que decidimos entrar, porque mi hijo quería un kebab y acertamos. La verdad es que no nos limpiaron la mesa, que aún tenía dos vasos de café de los clientes anteriores: el camarero simplemente puso los manteles encima de unas gotitas que había en la mesa y se fue. No nos preguntó si queríamos bebidas ni nada. Después de un momento regresó y tomó nota de nuestro pedido. Una vez apuntado, el servicio fue rápido. Nos sirvieron las papas fritas normales, bien fritas, y luego los rollos de kebab. Estaban deliciosos. Las verduras frescas y la carne bien cocida. La única cosa a destacar es que es...