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Reseña
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Había estado en algunas ocasiones anteriores y la verdad es que habíamos comido bastante bien. Como hacía tiempo que no lo visitábamos, decidimos ir a comer allí sobre finales de agosto. Desde el inicio todo fue mal. Pedimos una sangría y nos ponen una jarra con vino picado que pedimos que se la llevarán. De entrada una sepia a la plancha y nos traen un plato con trozos de sepia, principalmente patas. Imagino que es lo que había sobrado de otros comensales. Pedimos una fidegua y nos traen una con la pasta a medio hacer y donde todo el marisco eran unos pulpitos (lo más barato) y algunos trozos de sepia, todo insulso. Vamos, de menú de bar de carretera, aunque no por los precios. Lógicamente...