4 /5
Reseña
★
★
★
★
Restaurante situado en la desembocadura del río Nalón, cerca de un puerto que merece la pena visitar y leerse la historia de lo que llegó ser. Tiene un parking bastante grande y está próximo a un espigón donde poder dar un paseo para hacer la digestión o sentarse a tomar el sol. El restaurante tiene varios ambientes, mesas altas, terraza exterior, terraza cubierta... El personal es muy eficaz, de los que se mueven rápido, educados y no se les pasa nada, la propiedad tiene un gran valor humano en su local. Carta muy variada y extensa, nosotros pedimos: Pastel de oricios con mayonesa cítrica que viene acompañado de tostaditas de pan caseras, no las típicas de paquete, es un entrante muy rico....