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Reseña
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El paso de la piscina y el bar es muy refrescante, con una terraza que ofrece vistas a la piscina. Pasamos el día allí y comimos de lujo. Los asistentes, Fernando y Vicente, son muy agradables, atentos, trabajadores y transmiten una increíble buena energía. Con una entrada, puedes quedarte todo el día, lo único malo es que cierra a mediodía. La chica del bar solía ser muy simpática y servía unos enormes sepionets. Regresaremos cada fin de semana, a diferencia de Bugarra, donde el tipo del bar es repugnante, aunque la piscina también es un placer.