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Reseña
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Una buena recomendación es dejarse aconsejar, sobre todo en cuanto a las cantidades. Las cantidades son por encima de lo normal.Nosotros habíamos elegido arroz con rabo de toro y al informarnos de la cantidad, esperamos y al ver la perola no pedimos segundos. Nunca habíamos probado arroz con rabo de toro y por eso lo elegimos y acertamos (aunque suponemos que el arroz con carabineros estará igual de bueno). Nos encantó y disfrutamos de cada plato que nos servimos. Un apartado propio merecen los dos postres caseros, mousse de queso y mousse de limón. Nos repartimos los dos y no sabemos decir cual nos gustó más.Restaurante muy céntrico. El comedor está en la primera planta, aunque también se puede comer en la planta baja al lado de la barra. Mesas separadas, mantel y servilletas de tela. Un servicio espectacular en todos los aspectos:Por la manera de atendernos cuando reservamos, cuando llamas si piensas comer arroz te piden la hora a la que vas a ir y así el arroz está en su punto y sin esperas.Por las explicaciones y consejos.Por la amabilidad en todo momento, desde aquí se lo agradecemos a la joven que nos atendió.Por el ritmo de la comida.Además de todo esto es de agradecer que nos invitaron a los cafés y nos dejaron en la mesa dos botellas de licor (las que elegimos) a nuestra disposición. Con una botella de agua grande, dos copas de vino Ribera de Duero Resalso son salió alrededor de € por persona. Nos pareció una extraordinaria relación calidad-precio.Cuando volvamos a Valladolid probaremos el arroz con carabineros.