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Reseña
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Llegamos a la hora del aperitivo y como hacía sol y no había mesa libre tomamos una que estaba apilada en la terraza. Estaba sucia y no había servicio en la terraza, así que entré a pedir la consumición y le pedí a la camarera un trapo para limpiarla yo mismo. Fue entonces cuando comenzó la trifulca, además de contestarme de mala manera, la camarera me preguntó por qué había tomado la mesa. Le expliqué que era la única disponible, pero no contenta con eso, al salir volvió a demostrar su falta de educación con el resto de mi familia que no se había enterado de lo ocurrido adentro. No solo yo tuve problemas, ya que otros tres clientes que esperaban en la barra también notaron su falta de profe...