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Reseña
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Normalmente, este restaurante está merecidamente lleno la mayoría de las noches, por lo que las reservas suelen ser esenciales. Sin embargo, el jueves pasado solo estuvieron presentes algunos comensales. Eso lo convirtió en el entorno perfecto para cenas privadas que necesitábamos para una discusión empresarial delicada. Nuestra mesa, escondida en una esquina ... y parcialmente cubierta, estaba en una ubicación ideal. La habitación está agradablemente amueblada y los asientos eran cómodos. El servicio fue agradable y profesional. Uno de mis compañeros comió raviolis de trufa, que dijo que era excelente. Otro comió pulpo, que disfrutó mucho. Fue servido en un estilo muy tentador. Comí muy buena saltimboca de ternera y la cocina gustosamente me proporcionó mis papas asadas estilo español favoritas, en lugar de la guarnición estándar. Nuestro vino recomendado estaba bien adaptado a la comida para todos nosotros. Las cantidades fueron suficientes para no querer postres. Este es un lugar agradable para el invierno, pero su ubicación junto al agua y su terraza exterior sugieren que la cena de verano sería una experiencia escénica, además de satisfactoria.