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Reseña
★
Reservamos mesa para las nueve. Halloween. El bar desbordado. Dos personas para atender todo el bar?? Rehuyen el contacto visual, algo que es totalmente inaceptable en hostelería. Nos dicen que si podemos esperar a que monten las mesas porque llegamos antes de tiempo. Sin problema pedimos algo en lo que montan el comedor. Hordas de niños por las mesas, los padres tomándose copas. Es Halloween, no pasa nada. El comedor es la sala de fumadores reconvertida. Lo mejor los azulejos del suelo. Preciosos. Solos en el comedor. No tienen QR con el menú. Hay que comprar un microscopio para leer la carta. No pasa nada... Pedimos quesadillas de Boletus, tacos de pollo Chipotle y una Margarita. Nos avisa que las raciones son muy abundantes y nos cortamos de pedir más. A la mediantora nos sirve tres quesadillas ridículas de mix de setas de bote frías y dos tacos de pollo sobre tortilla helada de espinacas. Margarita infumable, la peor que he probado en mi vida, parecía alcohol de farmacia con limón. Nos olvidan por completo. Esperamos más de media hora. Aparece la camarera joven con dos parejas. Evita el contacto visual. Hago gestos para que nos atienda (algo que como hostelero odio profundamente Vuelve a tomar la comanda a la mesa de al lado. Quiero pedir un Brownie de postre. Nos vuelve a ignorar totalmente. Me cuesta una discusión con mi pareja. Nos tenemos que levantar de la mesa para pagar y nos toca esperar en la barra. Y cuando me cobra me pregunta que qué tal todo?? Creo que mi cara y las ganas de irme lo decían todo. 27 '5€ por una experiencia gastronómica nefasta. Moraleja: Tras 30 años de experiencia en hosteleríaby pese a entender la situación actual, les diría que si no tienen personal y no pueden atender correctamente el comedor, no den cenas. Y menos de comida mexicana. No lo necesitan. El comedor es un problema pasa su negocio, está mejor cerrado. Limítese a atender barra y a adular en exclusiva a la clientela habitual, que es lo único que hacen y lo hacen muy bien.