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Reseña
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Lo primero darles las gracias por ofrecernos la confianza para reservar. Al llegar nos hemos encontrado con un personal muy simpático, cosa que se agradece mucho. El hotel dispone de geles desifectantes en cada esquina, muy necesario hoy en día. La habitación con vistas al mar, deja lugar a disfrutar de un amanecer espectacular. La terraza chill out de la octava planta, con espectáculo flamenco, es un disfrute tambien. Ésa gente tiene vida en la mirada y lo expresan en el baile. El desayuno con vistas, mucha variedad y servicio impecable en todo momento. Sin duda volveremos a alojarnos ahí si llegamos a Benalmadena.