4 /5
Valoración media
★
★
★
★
Ubicado en el paseo marítimo de Málaga frente a la tirolina es un bar con amplia terraza con vistas y muy recomendable a la hora de la merienda que es el momento en que fuimos a tomar un café. Una buena atención, la camarera está pendiente de las mesas en todo momento, lo cual fue muy útil a la hora de pedir una nueva ración de churros. Los cafés y el chocolate en taza a la temperatura adecuada, eso sí, recomiendo una merienda temprana. Mi pedido de tarta de queso con arándanos hube de desistir, al rato me comunicó que se había terminado la tarta. Tampoco fue una contrariedad. Disfrutamos de lo que aún quedaba y pasamos un rato agradable. Eso, en un día lunes se agradece.