3 /5
Valoración media
★
★
★
Quien nos atendió nos preguntó si traía todos los platos a la vez a lo que respondimos positivamente, nada de ésto se cumplió. Se solicitaron dos tronas aunque cuando llegamos sólo había una, los camareros negaban otra trona pues carecían de la misma, se les indicó que de haber conocido en la reserva la carencia de las tronas no hubieramos podido ir al local. Finalmente apareció la segunda trona, hasta ahí todo bien. La comida más o menos correcta, la atención buena y la parrilla un poco fresca pues al comienzo estaba templada pero según se acabó estaba fría... el entorno es un sitio privilegiado con unas geniales vistas y una infraestructura para que nuestros peques lo pasen pipa. Me quedo con el lugar para ir a tomar una sidra, disfrutar la tarde y que los niños se diviertan un rato. Volveré, pero no a comer. Precios normales, calidad media y buena atención.