Estuve varias veces en época prepandemia. Ahora, ya jubilado, y de visita al valle, quise repetir en familia.Domingo y el restaurante lleno. Pedimos comer en la terraza para evitar interiores (covid). El encargado nos avisa que ibamos a tener que esperar por lo menos media hora. En mn. o menos, ya habiamos pedido. Un menu con excelente relación calidad precio. Raciones mas que suficientes, todo muy bueno y con ese sabor especial a elaboración casera.Trato profesional, atentos, chupitos, sin prisas.Resumiendo, un lugar en el que se puede parar sin temor a fallar.Repetiré, seguro.