Llegamos por referencias que habíamos leído en internet y la verdad que no defrauda. El personal muy atento además tuvieron el detalle de invitarnos a un Caldito ya que habían hecho cocido. Pedimos platos/tapas típicos como mejillones (deliciosos), lacón (exquisito), oreja (clasicazo) pero realmente lo que nos conquistó fue la tabla de quesos. Nos ha gustado mucho y es más que recomendable si vienes por la zona vieja de Vigo. Precio bien, repetiremos sin duda