nota máxima para esta tienda de café de piedra en la salida del metro alfonso xiii. Ya han pasado unos años con varios clientes que nunca bajan. buena terraza exterior y buen interior. Me encantó comprobar que siguen haciendo roscons y torrijas, muy bien, por cierto. Yo estaba allí el dueño, un hombre súper agradable y cercano, que me dio a probar algunos pastitos super ricos. También llevo una tortilla entera, excelente, con cebolla, pero no demasiado. sirven muy bien.