El hecho de que me dejen entrar con mi perro ya es un plus, pero si encima tienen pinchos buenísimos y originales y tiran la cerveza fantásticamente bien, y además los canareros son simpáticos, se lleva las cinco estrellas. Por cierto, para las personas con intolerancias que exigen empatía , que se apliquen el cuento y piensen que es un local muy pequeño, que muy posiblemente no tengan infraestructura para hacer pinchos a la carta, y que si la gente trae consumiciones de fuera del local y ocupan parte del poco espacio que tienen,el negocio deja de ser rentable.