Fuimos a desayunar un Domingo de Febrero pedimos unos Cruasanes a la plancha, con mantequilla y mermelada, estaban buenísimos y sobre todo la mantequilla, es como nata, la hacen ellos y es un vicio, no puedes parar de untar, el café también estaba muy bueno y el servicio rapidísimo, si volvemos a Córdoba nos pasaremos por aquí