La barra metálica, las mesas circulares, los expositores, el decorado... Todo me hace transportarme a otro tiempo cuando entro en esa más que interesante cafetería, que ahora no pasa por su mejor momento porque los interiores, pues ya se sabe. El servicio es a lo mejor más serio de la cuenta, pero se comporta con eficacia. Un sitio más que recomendable. He ido varias veces y seguiré frecuentándolo.