este lugar ha estado ganando, poco a poco y con esfuerzo, su buena reputación hasta que es un restaurante de referencia. el propietario es un gallego muy cordial que le da la bienvenida con simpatía. le da goo al gusto platos tan ricos, no sólo porque usted es un gusto para el paladar, sino porque se siente bien recibido, como entre amigos. Pedimos 5 platos para compartir: caviar de berenjena, un plato muy original hecho con verduras muy picantes. Luego probamos el sashimi de atún rojo. Las verdinas con berbetes son un manjar. ¡Es un tremendo gusto! La cola del toro también es deliciosa y la paleta del cordero está hecha en el estilo sepulverán, con romero y muchas hierbas. es muy tierna, jugosa, bien acompañada de papas fritas y ensalada de lechuga fresca. Lo entendí, como los platos iban a compartir, ya nos servían distribuidos. gracias a su agradable terraza, frente al mar, disfrutamos de una buena y relajada magnífica. Las cosas pequeñas hacen la diferencia.
