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Reseña
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Pasamos la noche en el hotel y comimos en el Lizarran, con toda la familia. ¡Comida de primera! Las carnes en su punto, varios snacks, la masa de pizza inigualable, las patatas a la riojana posiblemente las mejores, postres deliciosos destacando la tarta de queso. El servicio muy atento, carismático y educado. Son rápidos y alegres, agradecen cuando estás en un ambiente familiar y sobre todo te hacen pasar un rato muy divertido. El metre encantador, las chicas muy cercanas. Que esta ya no sea la antipática camarera ha hecho que se sienta como si te gustaría quedarte mucho más tiempo. Muy recomendado.