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Reseña
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Fuimos recomendados para llevarnos un queso de recuerdo por los dueños de La Regoria y no nos decepcionaron. Al entrar el camarero es muy amable, nos invitó a pasar a una estancia refrigerada donde guarda un montón de quesos enormes y riquisimos, para enseñarnolos y además contarte un poco de la procedencia y fabricación de los quesos. Si se lo pides te corta unos cachitos para darlos a probar. El precio varía en función del peso y del queso que sea, si eres un amante del queso más, te recomiendo que pases y te lleves un buen trozo, ya sea del azul, del de la costa o cualquier otro.