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Reseña
★
En primer lugar, la carta está adherida a la mesa. Me tendré que poner gafas porque no leía bien los ingredientes de las copas. Al traernos las helados el camarero se quedó detrás como un centinela, me giré y me dice a bocajarro el precio de la consumición. Igual mi marido, mis hijas pequeñas y yo teníamos pinta de delincuentes y pensó que nos iríamos sin pagar... Pagué al tipo y fue después cuando nos trajeron el tiquet con los precios. Esto no me había pasado en toda mi vida. Es de un mal trato al cliente increíble. Los helados estaban buenos, eso sí, pero tampoco está demás limpiar la cucharilla así en el helado de mango mejor no encontrar restos de chocolate. No? No pensamos volver.