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Reseña
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Un lugar excelente para comer y tomar algo en el barrio de Rosales de Móstoles. La atención, profesionalidad y simpatía de Mónica y Sabrina lo convierten en un local que te hace sentir en casa. La cocina es bastante variada, a nosotros nos encantan los nachos (son distintos a los que acostumbramos a comer) y los tacos, pero tampoco hacemos ascos a la tabla de solomillo con queso curado. Cuando hace mucho calor la terraza, por su enclave, es una de las más fresquitas del barrio. Y la relación calidad/precio es inigualable. Y, muy importante, al menos para nosotros, es un local dogfriendly (nuestra perrita Kira, se vuelve loca con los mimos que le profesan sus dueñas). Un lugar para probar y r...