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Reseña
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Todos los platos principales venían con ensalada y papas fritas. Por lo que recibimos, hay alternativas más baratas y mejores en la zona. Al pagar la cuenta, que tuvimos que pedir dos veces porque la familia de los dueños era más importante, la esposa escaneaba cada billete de euro en la mesa en busca de falsificaciones, dándonos una detallada explicación de por qué lo hacía. No fue un final agradable para una comida mediocre. Es poco probable que volvamos, a pesar de vivir cerca. La rampa para sillas de ruedas es muy empinada, tuve que mover una mesa y sillas para poder usarla.