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Reseña
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Mi esposa y yo nos topamos con este pequeño tesoro de un bar/restaurante mientras caminábamos por el paseo marítimo en Santa Eulalia y tuvimos una noche maravillosa allí. El personal es muy amable (Javier fue el anfitrión perfecto), la comida estaba deliciosa y las bebidas también estaban buenas. El bar/restaurante tiene un ambiente tan relajado y agradable con una vista espectacular al mar y si tienes la suerte de visitarlo cuando tienen entretenimiento, estarás en un verdadero festín. La primera noche que fuimos, tuvieron bailarinas del vientre turcas y la segunda noche Javier mismo hizo su propia exhibición acrobática, lo cual fue muy impresionante y muy divertido. Si alguna vez regresamo...