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Reseña
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El miércoles a las 2:00 p.m., dos personas entramos a comer. Nos entregaron el menú y pedimos una tortilla. ¡No hay tortilla! Luego pedimos un sándwich. ¡No tienen pan de molde! Pedimos una hamburguesa. ¡No tienen hamburguesas! Y al final pedimos otro sándwich. ¡NO TIENEN PAN! La explicación de la camarera fue que estamos a fin de mes. ¿Buena respuesta? Pedimos la cuenta por una cerveza y un tinto de verano, y nos cobraron 6,40 € (no es caro, al contrario) sin ni una triste aceituna para acompañar. Al salir, expresé mi opinión sobre lo ocurrido y la señora de la cocina (supongo que sería la dueña) me respondió con cierta arrogancia que en Madrid tienen los mismos precios que aquí. Sin palabr...