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Reseña
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Reservamos una mesa en la marquesquería de zurich con bastante antelación para comer en el Domingo de Resurrección. Cuando entramos nos sentamos en una mesa como en otra habitación del comedor principal, decoración festiva, mesas viejas, el acogedor sitio cero. necesita una reforma urgente. la siguiente sorpresa vino con la carta. ser una marisqueria lo lógico es que había una gran variedad de mariscos para elegir, porque no era así. Sólo había centollas y necorates. aparte de eso había una zapatilla, volandeiras (que los vendió como zamburiñas) y almejas. productos que no considero mariscos. No había percebes, ni cigales, ni santiagunos, ni navajas, ni nada de eso. Finalmente pedimos un bogavante, volandeiras y una centola. todo era excelente, así que nos hizo aún más triste que no hubiera más variedad. postre, pedimos un pastel de queso que también nos trajo mucho. el menú del vino, aunque era un poco corto, el teira x (do ribeiro) que pedimos era muy bueno. En cuanto al servicio, intentaban ser amables, pero parecían un poco forzados. Además, queríamos comer la centola en silencio y venían a presionarnos. relación precio-precio, aceptable. Había más opciones en Galicia y aunque todo era muy bueno, no repetiríamos debido a la pequeña variedad local y de productos.