Andando por el lugar encontre este sitio que no lo tenía en mis planes. Así que me deje llevar por el instinto y el camarero que atendía de lo más simpático. Pues vaya sorpresa, una delicia lo que venden allí. Con una carta variada de platos por raciones; entre fríos, carne, pescado y postres. De buenos precios. Como lo que quería era pescado fue lo que consumí, pero hay desde luego para todos los gustos. Una ensaladilla de pulpo, tortillas de camarones, atún a la plancha y de postre flan de higos....todo acompañado de una copa de vino semi dulce Lola, de origen de San Lucas de Barrameda....una delicia de sabor.