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Reseña
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Restaurante tamaño mediano con una parte de bar y otra de comedor. Fuimos a cenar una noche y nos sentaron en el comedor. Para compartir pedimos trucha ahumada que venía con limón, pan y mantequilla. De plato principal compartimos una fondue de quesos con tabla de embutidos y pan. Todo estaba muy rico, las raciones eran adecuadas y el precio aceptable (30€ por persona con dos copas de vino). El camarero muy amable, hablaba español. Como en la mayoría de restaurantes del pueblo, solo abren para cenar y requiere hacer reserva porque se llenan siempre aunque sea entre semana.