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Valoración media
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Pasamos a la hora de la cena y entramos sin reserva. Nos atendió la encargada rápida y amablemente, se percibe la gran profesional que es. Nos comentó que la chef del restaurante es una enamorada de la gastronomía cordobesa y también de la árabe. Nos sentamos en un patio andaluz muy agradable y bonito que tienen, la verdad es que al ser lunes estaba bastante vacío, cosa que nos sorprendió al probar la comida tan sabrosa. Nos recomendaron con amabilidad un menú árabe para compartir entre dos, incluye una bebida, la otra la pagamos, y un postre. Nos obsequiaron con unas olivas típicas deliciosas. Salimos muy saciados y contentos. Si volvemos a visitar Córdoba, sin duda, volveremos.