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Valoración media
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una experiencia inmejorable. Fue un gran tesoro encontrar este lugar en nuestra visita a la zona. Después de un agradable paseo bordeando la corriente de la zona llegamos al pueblo, donde, después de preguntar a un par de personas amigas, coronamos con una gran comida en este restaurante. el acuerdo era inmejorable: nos trataron en este momento, no teníamos atención en absoluto y el personal era muy amable y cercano. En cuanto a la comida, se siente en casa: platos tradicionales y caseros, llenos de todo, donde cada mordedura tiene un sabor espectacular en el que se aprecia la calidad del producto y el afecto y respeto con que se trata. Por otro lado, el lugar es muy limpio, tanto el comedor como los baños, le da una sensación de cuidado. la terraza también es muy agradable, es muy agradable al soleado y disfruta muy bien de la atmósfera del pueblo. Se respetan plenamente las medidas coviciosas. Por lo que respecta a los precios, es un precio más que joto por una comida tan buena y copiosa. Después de un buen paseo, no hay nada mejor que esto. No pudimos probar postres porque no teníamos más espacio, pero el café estaba delicioso. un lugar perfecto para recargar energía y seguir la ruta.