2 /5
Valoración media
★
★
Queríamos cenar dentro y enseguida nos sentaron, la camarera nos avisó de que tardaría todo un POQUITO porque tenían mucha faena. Tardaron MUCHÍSIMO en darnos la carta, atendernos y servirnos. Pedimos unas bravas, un bocadillo y una hamburguesa. Después ya la cuenta, hasta tres veces tuvimos que pedirla. Entramos a las 22:20 y salimos a la 00:40. La camarera, que creo recordar se llamaba Elena, era un encanto, todo lo demás una decepción. Baños sucios (cucarachas incluidas), comedor sucio, un señor mayor (creo que era el dueño) con muy pocas ganas de trabajar y dando muy mala imagen al reñir a sus camareros en público y con malas palabras. La barra del bar estaba a rebosar de copas y vasos sucios, ceniceros... Y cuando vi salir a la cocinera : Eso si, tengo que decir, que al fin, cuando llegó la hamburguesa la verdad es que ESTABA BUENA. Supongo que si te sientas en la terraza y permaneces ignorante ante la falta de higiene todo puede ir más o menos bien.