muy acogedor hotel rural, situado en Sandiniés, un hermoso pueblo, a pocos minutos en coche de formigal. fue una estancia agradable, es espaciosa, ideal para familias o grupos. como aspectos negativos para destacar, la escasez de comodidades, ya que nuestra estancia fue de días (viernes, sábado y domingo) y sólo tuvimos un sobre de gel por persona. de la misma manera, sólo pastillas para lavavajillas, cuando éramos un grupo de personas. lo que no nos trajo tampoco fue la hora de salida: por la mañana. teniendo en cuenta el precio, y que el viernes se llega por la tarde, permanece bastante escaso.